martes, 20 de diciembre de 2011

LAS ALAS DE LA VICTORIA

Cada día se nota más el invierno. La naranja mecánica, con indumentaria negra, estaba dispuesta a ganar y vencer a los fantasmas de los duelos directos que hasta ahora siempre nos habían quitado la victoria.La puebla de Alfindén se vestía de gala para recibir al joven equipo rival, posiblemente con más frío que ganas de ver el partido. Razón de ello fué el escaso público.

Comenzaba el partido sobre la tenue luz del día frío y nublado, un partido que durante los primeros minutos también sería bastante frío, con muchas imprecisiones de ambos equipos y sin apenas pasar del medio campo. Una vez más, la sólida defensa "atopera" se encargaba de repeler los ataques contrarios, mientras las contras no acababan de tener definición clara entre los palos.

Pero hasta el más atento se descuida de vez en cuando. Fruto de ello fue la primera llegada de los Trompetistas que acabó lejos de la portería fruto de una buena colocación del portero Juanma. Las sensaciones, una vez el equipo se notó caliente, empezaron a ser bastante buenas y varios tiros desde ambos lados empezaban a mostrar lo que el equipo necesitaba: GANAR.

Otro descuido de la defensa naranja ponía al delantero sólo frente al portero el cual, una vez más, se colocaba muy bien para detener y alejar el balón de la línea de meta con una estirada de pierna al palo largo. Una sucesión de córners hacía temblar las piernas de Dario y Juanma una vez más, tras un saque del contrario que se pasaba debajo de ellas. Los suspiros de alivio se oían desde la otra portería. Terminaba la primera parte con el empate inicial y con una igualdad notable y un juego bastante limpio por parte de los dos equipos. Así da gusto jugar.

Comenzaba la segunda parte y los dos equipos salían con las mismas ganas de ganar que en la primera. Ellos llegaban sin mucho peligro, se notaba nuestro mejor posicionamiento en el campo, y nosotros cada vez hacíamos ver que éramos los firmes candidatos a la victoria. La mejor prueba fué una jugada casi impensable por parte de Diego, quien cogió el balón por la banda izquierda como si tuviera un guante en la bota, burló a varios contrarios y consiguió sacar un pase a Ferry desde casi la línea de fuera de meta. Lástima que su magnífico remate chocara contra el larguero y que el rechace, muy bien enganchado por Andrew, se fuera a la parte externa de la red. Gran ocasión y susto para el contrario, que marcaría la moral del equipo contrario por un buen rato. Tras sacudirse el miedo, el equipo contrario tiró de casta y empezó a trenzar jugadas por banda. Una de ellas sacó la amarilla de Darío, que llegó tarde a un balón y le propició una buena patada al jugador rival. Menos mal que quedó en un susto y no hubo que lamentar víctimas (cuando vas contra la ley, es lo que tiene).

Un tiro contrario teledirigido en dirección a la escuadra haría ver a todos que Juanma tenía su día. Magnífica estirada del portero que salvó el empate y arrancó los gritos del banquillo y grada visitante. Una ocasión más que hacía ver el estado de gracia en el que había caído nuestro portero en este partido (no os acostumbréis), que hizo además las delicias de los aficionados locales en el descanso en un minicalentamiento de disparos a puerta ofrecido por Ferry y Andrew como principales cañoneros (ahí es nada).

El equipo rival, cansado de llegar y no acertar, bajó la guardia y gracias a un pase erróneo de un defensa, Duato marcaría un buen gol raso. El gol de la victoria. Resultado de 0-1, fruto de un partido ajustado y bonito de ver para ambas aficiones.

Agradecer la hospitalidad de las gentes de la Puebla y ese gran almuerzo, los ánimos de todos los jugadores y aficionados hacia el que escribe por el gran partido realizado (ya era hora, hay que levantar la moral). Que esto nos dure a todos mucho. Agradecer también a Francés su apoyo al resto, saliendo hasta las 8 de la mañana y faltando a la cita. No estuviste como guerrero en la batalla del campo, pero sí en la de la noche.

Animar a los lesionados, que cada vez son menos. Para los que volvéis al campo el año que viene, espero veros el domingo en el último partido del año. Lo mismo os digo a los aficionados.

Larga vida al A TOPE.

Un abrazo.

(Entrada correspondiente al partido de la jornada 11 contra el Trompetistas).

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