No hay cosa más dolorosa que te hagan bajar de tu nube y te hagan volver a la cruda realidad. Todavía es peor cuando lo hacen a escobazos, porque la humillación es mayor.
El del domingo pasado era un partido duro, lo sabíamos. Por eso, salimos con muchas ganas de darlo todo y de demostrar que podíamos estar ahí arriba. Esta vez, por cosas de superstición, la naranja mecánica se tornó negra, luciendo su segunda equipación. Ya se sabe, estas cosas tontas que te hacen creer que sólo con cambiarlas te va a ir mejor.
Comenzaba el partido con mucha prisa y poco cambio y con una afición que siempre está ahí, hasta en los malos momentos. Parecía verse que iba a ser un partido reñido, disputado y con mucha calidad.
Pronto llegaron los goles. El Pibe y 10 más jugaba muy ordenado, con pases precisos y llegando fácil. Un disparo ajustado a la cepa del palo hizo el 1-0 para ellos, atisbando una baja moral, pues la naranja (negra) mecánica no se veía muy cómoda en el campo.
Minutos más tarde, aguantando las embestidas y jugadas del equipo rival, el A tope consiguió trenzar una jugada por el centro que Lobo convirtió en el 1-1. Bonito gol de jugada que daba algo de ilusión al equipo.
Poco duró la alegría, pues rápidamente llegaron el 2-1, 3-1 y 4-1. Mucho disparo ajustado y bastante suerte. El equipo rival celebraba por el campo con comentarios como: ¿Qué pasa hoy que entra todo? . Con un 4-1 en contra terminaba la primera parte, sumando a ello la pérdida de Francés, que recaía de su lesión (se agradece la entrega, eso es sentir los colores ).
La segunda parte no vaticinaba mejorías en la naranja (negra) mecánica, pues sólo un cambio y 16 pulmones cansados tenían que levantar un marcador más que adverso. El pibe seguía con sus arremetidas y llegadas fáciles a la frontal una y otra vez. Fue en una de ellas cuando un jugador se quedó sólo en el área pequeña e hizo el 5-1.
La goleada era cada vez mayor. Cuando el cansancio en el rival hizo mella (mucho más tarde que en el A tope), empezaron a verse entradas por el centro de Lobo, una y otra vez, que llegaban a finalizarse con disparos de Diego y Andrés, pero que no culminaban en gol.
Una llegada del rival, en pleno auge naranja (negro) terminó en un disparo que hacía el 6-1 en propia meta de Asier (él no quería). La desolación se hacía notar en su cara, pero poco importaba con tal abultado resultado.
Un cabezazo de Andrew Killer, a lo Santillana según Chema, a saque de córner de Diego maquillaba la paliza y ponía el definitivo 6-2. Resultado duro que mostraba el cansancio del equipo, derrotado por no conseguir trenzar una jugada y cansado debido al escaso banquillo.
Toca pensar en el futuro y dejar atrás las derrotas, pues como se comentaba en la anterior crónica, hay que aprender de ellas y seguir adelante.
(Entrada correspondiente al partido de la jornada 06 contra El pibe y diez más).
Mucho ánimo chicos!! Ganeis o no, la afición está con vosotros A Tope!!!
ResponderEliminarGran crónica. Me ha gustado mucho el "él no quería" XD
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